Sobre el budismo

¿Qué significa realmente la palabra “buda”?

    ¿Qué significa estar plenamente despierto, estar verdaderamente liberado? ¿Qué significa ser un Buda? Por un lado, EL Buda fue UNA persona histórica que realizó un recorrido profundo que nos inspira a hacer lo mismo. Tenemos un EJEMPLO histórico en él. Por otro lado, el buda es un punto de referencia en todos nosotros, todo el mundo está básicamente despierto como buda. No hay un ser más alto. La palabra “buda” se refiere literalmente a nuestro estado mental despierto, nuestra verdadera mente, nuestra mente de iluminación. Esta mente de iluminación tiene varios aspectos: profundidad, sabiduría, compasión, conciencia, atención. Nos entrenamos y trabajamos con todos estos aspectos y, al seguir el camino, en algún momento encontramos nuestra experiencia de forma directa, como ver el océano por primera vez. Cada uno tiene que ver el océano por sí mismo. Lo que ocurre es íntimo, no es una fabricación, y es directo.

~ Extracto de “Volver la mente hacia el Buda” de Sákyong Mipham Rimpoché

 ¿Cuál es la relación entre el karma y mis decisiones cotidianas?

La palabra “karma” significa acción. Todas las decisiones que tomamos generan una acción y todas las acciones generan una reacción, cualquier cosa que decidamos tendrá un efecto de algún tipo. A veces el resultado es obvio e inmediate: volcamos un vaso de agua y se moja el suelo. Otros efectos pueden ser a largo plazo: cotilleamos sobre alguien y más tarde la gente cotillea sobre nosotros. Con otras acciones no está claro cuándo se producirá el resultado. El karma funciona de dos formas básicas: si actuamos virtuosamente, el efecto será la felicidad y si actuamos sin virtud, el resultado es el sufrimiento. Si estuviéramos en un banco cósmico y entregáramos un par de sin virtudes en la ventanilla, nos devolverían la moneda del dolor. Si entregamos virtud en la ventanilla, logramos a cambio la moneda de la felicidad. Esa felicidad que conseguimos en el intercambio puede producirse al instante o en el futuro. Según la tradición tibetana “virtud” carece de tono especialmente moral o religioso. Es un proceso de desarollar la sabiduría para ver claramente cómo funciona el mundo y desarrollar la compasión para tener siempre en mente el bienestar ajeno.

~ Extracto de “Cómo tomar una decisión” de Sákyong Mipham Rimpoché

 Dadas las enseñanzas sobre la ausencia de ego ¿es posible tener un sentido sano del yo?

En el recorrido hacia la iluminación el Buda vió que la existencia humana se caracteriza por tres elementos: la transitoriedad o impermanencia, el sufrimiento y el egoísmo. Descubrió que sufrimos porque intentamos ser sólidos y permanentes aunque nuestro estado fundamental es incondicionalmente abierto y cambiante, sin ego. El Buda animó a otros a descubrir este estado de ser abierto en el proceso de la meditación sentada. Al practicar la meditación nos alegra la posibilidad de desarrollar una visión clara de los hechos de la vida, un corazón incondicionalmente amoroso y la sabiduría de saber siempre lo que hay que hacer. Todo lo que necesitamos ya está ahí, nuestro potencial humano es darnos cuenta de esta verdad y enraizar en ella conscientemente todas las actividades. Centrarnos en este estado de contentamiento es la forma de ser totalmente felices. Nos sentimos compleetos, equilibrados, confiados, flexibles y cómodos con un sentido sano del yo. La mente es más fuerte y ahora podemos meditar en características como la compasión, en los aspectos profundos del ser humano que representan la auténtica salud mental. Cuanto más fuerte y estable sea la mente, más compasión y amabilidad podemos producir.

~ Extracto de “Cultivar un sentido sano del yo” por Sákyong Mipham Rimpoché

 ¿Qué significa el voto del refugio y convertirse al budismo?

    Despertamos todos los días y tácitamente nos refugiamos en lo que creemos que nos ofrecerá seguridad y protección. La mayoría de las veces apostamos por esto que se llama “deseo”, pasamos el tiempo persiguiendo ventajas mundanas y nos refugiamos en el dinero, en poseer cosas, en ganar, en evitar pérdidas. Aunque no hay nada inherentemente malo en los placeres externos, cuando creemos que la felicidad depende de ellos, nos embarcamos en el samsara, una palabra sánscrita que describe un proceso circular e infinitivo cuyo resultado es el dolor, el sufrimiento y la desilusión. Trabajamos con empeño por lo que creemos que queremos y, cuando lo conseguimos, no sentimos la felicidad que esperábamos. Al convertirnos oficialmente al budismo hacemos el voto del refugio en las tres joyas: el Buda, el dharma y la sangha. Hacemos el voto del refugio en el Buda como maestro, como ejemplo de un ser despierto. También hacemos el voto del refugio en el dharma, en la verdad que expuso el Buda. La tercera joya es la sangha, una comunidad de individuos que se reúne para practicar y estudiar las enseñanzas del Buda.

~ Extracto de “El refugio y las tres joyas” de Sákyong Mipham Rimpoché

 ¿Cuál es la senda espiritual que ofrece el budismo?

    Hay quien dice que la espiritualidad es una forma de conseguir una forma mejor de felicidad, la felicidad trascendental. Otros lo consideran una forma benevolente de desarrollar poder sobre los demás e incluso hay quien afirma que lo importante de la espiritualidad es adquirir poderes mágicos para poder hacer milagros y cambiar el mundo malo en uno bueno o purificarlo. Parece que todos estos puntos de vista son irrelevantes en el planteamiento budista. Según el budadharma la espiritualidad significa relacionarse con la base de trabajo de la propia existencia que es el estado mental de cada uno. Hay un problema con la vida básica propia, con el ser de cada uno, que consiste en involucrarse en una lucha continua para sobrevivir, para mantener nuestra posición. Intentamos continuamente sujetarnos a una imagen sólida de nuestro ser y después tenemos que defender esa idea fija concreta. Así que hay una batalla, hay confusión y hay pasión y agresión, todo tipo de conflictos. Desde el punto de vista budista desarrollar la verdadera espiritualidad es cortar esa fijación básica, ese aferramiento, ese asidero de esto o lo otro que se conoce como ego.

~ Extracto de “Los cuatro fundamentos de la atención” de Chögyam Trungpa Rimpoché

 ¿Por qué los budistas hablan del sufrimiento?

En el samsara (el ciclo infinito del sufrimiento) siempre estamos ganando y perdiendo el mismo juego, esperando progresar de alguna manera. Pasamos parte de la vida tratando de unificarla y otra parte viéndola derrumbarse, sin darnos cuenta que si intentamos ganar algo es mejor prepararse para perderlo. En cuanto tenemos tiempo (“tengo una hora libre”), lo perdemos. Trabajamos con empeño para tener una relación y después se rompe, nos reunimos para celebrar una festividad y después se acaba, compramos un coche nuevo y el parachoques recibe un golpe. Jugamos a “¿y yo qué?”, si gano algo seré feliz, si pierdo algo seré desgraciado. La competición es inestable. Aunque ganemos realmente no hemos ganado, siempre tenemos que demostrarnos algo. Ganancia y pérdida son preocupaciones insignificantes. La verdadera victoria es no enredarse en la ilusión de lo permanente, no engancharse a las emociones negativas. Se trata de liberarse de la ilusión del “yo”.

 ¿Qué es maitri o trabajar con la adicción?

La visión que presentan las enseñanzas budistas no consiste en convertirse en una persona mejor ni en entenderlo bien finalmente sino que se basa en confiar en lo que ya poseemos, en comenzar y permanecer donde ya estamos. Así la instrucción es la misma para soltar una adicción: se instruye para conectar con nuestra naturaleza básica, con la energía básica del momento en que todos quedamos atrapados. Puede adicciones a todo, podemos usar este proceso con lo que llamamos tradicionalmente adicciones o podemos trabajar con los sentimientos llamados negativos de todo tipo. El momento en que nos rendimos ante una adicción es el momento en el que todos quedmaos atrapados, en el que hay un impulso kármico tremendo para seguir adelante como siempre, para rascarse la herida. Puede ser una herida que realmente nos moleste, podemos ver que sangra, que empeora pero no dejamos de rascarnos. Realmente nos puede repugnar lo que hacemos ¡pero no dejamos de hacerlo! Lo que nos permite dejarlo es el maitri que, en este caso, significa un sentimiento básico de no tener que temer lo que sentimos ahora mismo, de no tener que buscar alternativas, de no estar avergonzados de lo que sentimos en este momento. Nos atermoriza lo que sentimos pero, a cambio, podemos dirigir el calor We are scared of what we are feeling. Instead, we can just poner calor en la herida o calor en ese instante de tiempo sólo para estar ahí como base de trabajo. El maitri es asentarse en una situación sin buscar alternativas.

 ¿Cuáles son las cinco familias búdicas?

La disciplina tántrica de conectar con la vida se basa en lo que llaman los cinco principios búdicos o las cinco familias búdicas. Estos principios se conocen tradicionalmente como familias porque son una extensión nuestra igual que las relaciones de sangre son una extensión nuestra: tenemos a papaá, tenemos a mamá, tenemos hermanas y hermanos y todos son parte de nuestra familia. Pero también se puede decir que estos parientes son principios: la maternidad, la paternidad, la sororidad, la fraternidad y la yoidad se experimentan como principios definidos que poseen características específicas. Del mismo modo la tradición tántrica se refiere a cinco familias: cinco principios, categorías o posibilidades.

Esos cinco principios o familias búdicas se llaman vajra, ratna, padma, karma y buda. Son bastante corrientes, no hay divino ni extraordinario al respecto. El aspecto básico es que la gente se divide en rasgos concretos a nivel tántrico: vajra, ratna, padma, karma y buda. Nos cruzamos constantemente con miembros de las cinco familias, con gente que tiene características parciales o completas de una de esas familias. Conocemos a gente así a lo largo de toda la vida y cada persona es fecunda y trabajable con la que se puede conectar directar y personalmente. Así que desde el punto de vista tántrico, al relacionarnos directamente con toda la gente distinta que conocemos, realmente nos relacionamos con distintos estilos de iluminación.

La familia o familias búdicas asociadas a una persona describen su estilo fundamental, la perspectiva o actitud de esa persona al percibir el mundo y trabajar con él. Cada familia está asociada a un estilo neurótico e iluminado. La expresión neurótica de cualquier familia búsica se puede transformar en su aspecto de sabiduría o iluminación. Además de describir los estilos de la gente, las familias búdicas también están asociadas con colores, paisajes, direcciones, estaciones, con cualquier aspecto del mundo fenoménico.

~ Chögyam Trungpa Rimpoché