Kintsugi, el arte de las cicatrices preciosas

Cuando un cuenco o un jarrón preciso se rompe en pedazos, pensamos que se ya no sirve y lo tiramos.  Existe una práctica japonesa que subraya y trasciende las roturas a las que añade el valor de un objeto roto: se llama kintsugi (金 継 ぎ), que significa oro (“kin”) y reparación (“tsugi”). Este arte tradicional japonés utiliza un metal precioso (oro líquido, plata líquida o laca espolvoreada con oro en polvo) para pegar los trozos de un objeto de cerámica roto y al mismo tiempo transformar las roturas.

Un artículo publicado en el blog de Dechen Chöling enlaza ese arte con la situación actual de Shambhala. Lo escribió un participante francés de la Asamblea de Guerreros el mes pasado y se puede descargar aquí, traducido al español.