Sobre Shambhala

¿La meditación me puede ayudar a superar la depresión?

Hay muchos problemas internacionales y el caos se produce en el mundo entero sin cesar, obviamente lejos de la expresión “sociedad iluminada”. El mundo empieza a volverse amargo, poco podemos hacer ahora peero estamos intentando endulzar un poco el mundo. A la larga queremos ofrecer algo más que una muestra, queremos contribuir realmente a desarrollar la sociedad iluminada. Eso empieza aquí mismo. Siempre hay el punto primordial: esa chispa de bondad que existe incluso antes de pensarlo. Merecemos la pena por eso, todo el mundo posee esa posibilidad incondicional de alegría que no está exclusivamente relacionada ni con el dolor ni con el placer. Uno siente una inclinación y en un instante siente lo que hay que hacer. No es producto de la educación, ni científico ni lógico sino que uno sólo recoge el mensaje. Y luego se actúa, sólo eso. Igualmente es posible alegrarse cuando uno experimenta la depresión. Esa situación es auténtica y bastante trabajable. De la depresión y sus terrores podemos dar un paso directamente hacia la bondad fundamental. Aprendemos a rechazar el terror de la depresión y a entrar en la bondad fundamental, en un instante. El resultado es que uno tiene una relación mejor con su compañero, la cocina está más limpia, el horario cotidiano se cumple puntualmente, todo porque uno carece de esa lucha tremenda incluso al nivel mínimo, al más mundano. Quizás ustedes crean que esto es una idea de felicidad como si fuera una carta de recomendación pero de hecho estamos hablando de desarrollar la sociedad iluminada. La sociedad iluminada se produce al nivel del fregadero de la cocina, al nivel del dormitorio.

~ Chögyam Trungpa Rimpoché 

 ¿Qué es caballo de viento?

Esta fuerza vital se llama caballo de viento (en tibetano: lungta) en las enseñanzas Shambhala del guerrero. Lungta es la energía ilimitada de la bondad fundamental, la naturaleza búdica, el estado despierto inherente. La bondad fundamental es el secreto más básico en cualquier situación, sea difícil o no, y es algo que ya poseemos. Conectamos con ella gracias a la práctica de la meditación. Tenemos que contemplar a diario nuestro estado despierto inherente y después tendremos la confianza para levantar caballo de viento y cabalgarlo en la vida con alegria y deleite.

Cuando otra gente habla de los budistas dice que creemos en la transitoriedad o impermanencia, en el sufrimiento y en la ausencia de ego. Por supuesto que sabemos que la transitoriedad o impermanencia y el sufrimiento son los distintivos de la vida pero no los queremos, no estamos locos. Igual que todo el mundo queremos alegría y felicidad. La base del budismo consiste en que valorar algunas verdades sobre la existencia nos permite vivir con alegría, fortaleza y dignidad. Por ejemplo, sabemos que la felicidad no se produce por pensar en uno mismo porque, gracias a la meditación, hemos visto que no existimos concretamente y tampoco la gente que habla de nosotros. Todo consiste en conocer la bondad fundamental que es la mente de la iluminación, es la mente más ligera que se puede tener porque no carga con el concepto del “yo”.          Vivir sin el concepto del “yo” deja espacio en el corazón para poder generar amor y compasión por los demás con naturalidad. La mente de la iluminación es la mejor mente que podemos tener, no en sentido intelectual sino en el sentido de proporcionar beneficio a los demás y alegría a uno mismo. Hay un dicho que señala “Si quieres estar triste, piensa en ti mismo. Si quieres ser feliz, piensa en los demás”. Intentamos con empeño ser felices pero lo hemos entendido al revés: cuanto más piensa uno en sí mismo, más dolor siente y más infeliz se vuelve. Cuando se empieza a pensar en los demás, uno se deleita, se abre y, se mire por donde se mire, se consigue paz mental.

Cuando no conectamos con nuestro propio estado despierto ¿en qué estamos pensando? Estamos pensando en nosotros, en nuestra seguridad, en nuestras necesidades. Obviamente hay que pensar en comer, vestirse y mantenerse caliente pero, más allá de eso, si seguimos pensando sólo en nosotros al actuar en la vida, el círculo se vuelve muy pequeño. El centro de atención en nuestra vida se vuelve tan tenso que empezamos a ignorar otras cosas.

~ Extracto de “Cabalgar la energía de la bondad fundamental” por Sákyong Mipham Rimpoché

 ¿Qué es el “reino de Shambhala”?

El reino de Shambhala era un reino en Asia central en el que se enseñaba la sabiduría y se había creado una sociedad excelente, según la tradición. En esa sociedad lla conducta y el comportamiento de los ciudadanos consistía en tener menos ansiedad, un estado mental que procede de no enfrentarse a la situación actual en la que está uno. El reino de Shambhala y los ciudadanos, los súbditos de Shambhala, eran capaces de enfrentarse a su realidad. Se podría decir que el reino de Shambhala era un reino mítico o un reino real, igual que se puede creer en el Atlantis o en el cielo. Se dice que el reino era tecnológicamente avanzado y que los ciudadanos poseían una inteligencia tremenda. La espiritualidad se había secularizado, lo que significa que las situaciones cotidianas funcionaban bien. La vida no se basaba en adorrar a una deidad ni en una práctica religiosa fuerte como tal sino que, más bien, ese mundo maravilloso de Shambhala se basaba en conectar realmente con la vida, el cuerpo, la comida, el hogar, la situación marital, la respiración, el entorno, la atmósfera.

La visión y las enseñanzas de Shambhala estaban encarnadas en ese reino de Asia central, según las leyendas. Se podría decir, si lo entendemos con más profundidad, que semejante situación de cordura se produce porque uno conecta con su propia inteligencia así que el reino de Shambhala existe en nuestro corazón en este mismo momento. Son ustedes ciudadanos de Shambhala y parte del reino sin duda. No intentamos llevar un mieto a la realidad porque sería un error y además he escrito un libro al respecto, titulado El mito de la libertad . Por otro lado, como seres humanos tenemos facultades sensoriales, podemos ver, oir, sentir, pensar y por eso podemos hacer algo para producir de nuevo el reino de Shambhala.

Esta vez no tiene que ser un reino del Asia central, no estamos hablando de ir hasta allí y excavar tumbas y ruinas para encontrar los restos de la verdad de Shambhala. No estamos hablando de dirigir un trabajo arqueológico pero, por otro lado, podríamos estar hablando de algún trabajo arqueológico que consiste en excavar la mente y la vida que han estado enterradas y cubiertas por capas y capas de polvo. Hay que redescubrir algo en la vida. ¿Es posible? Es muy posible, extramadamente posible. ¿Qué tenemos que hacer?

Desde el mismo día en que uno nace realmente no se mira a sí mismo, ni a su vida ni a sus experiencias de la vida, no siente uno nunca que podría crear un mundo bueno y decente. Por supuesto, quizás uno ha intentado muchas otras cosas, como manifestarse en la calle por la felicidad de la humanidad, quejarse de los sistemas políticos existentes, escribir ideas nuevas y manifiestos para prevenir esto o lo otro, ese dolor, este dolor, esta confusión, esa confusión. Quizás uno ha sido heroico de algún modo y podría decir que lo ha intentado hasta donde ha podido pero, en cualquier caso, ¿ha encontrado una paz real o un descanso verdadero? No se ha creado un mundo real n digno.

~ Chögyam Trungpa Rimpoché

 ¿Por qué hacer el Aprendizaje Shambhala?

El objetivo del Aprendizaje Shambhala es salir del capullo que consiste en la timidez y la agresión en la que nos hemos envuelto. Cuanto más agresivos somos, más fortalecidos nos sentimos, y nos sentimos bien porque tenemos más cosas sobre las que hablar. Sentimos que somos el gran autor de la queja y nos expresamos a través de ella. En vez de quejarnos constantemente ¿no podemos hacer algo positivo para ayudar a este mundo? Cuanto más nos quejamos, más bloques de cementos se pondrán en la tierra. Cuanto menos nos quejemos, más posibilidades habrá de labrar la tierra y plantar semillas. Hay que sentir que se puede hacer algo positivo por el mundo ne vez de cubrirlo de agresión y quejas.

El planteamiento del Aprendizaje Shambhala es hacer algo muy concreto, muy básico y muy definido y empezar por el principio. En la tradición de Shambhala hablamos de ser un guerrero. Me gustaría dejar claro que, en este caso, un guerrero no es alguien que va a la guerra. Un guerrero de Shambhala es alguien lo suficientemente valiente para no rendirse ante la agresión y las contradicciones que existen en la sociedad. Un guerrero (o pawo en tibeetano) es una persona valiente, una persona auténtica que es capaz de salir del capullo, de ese capullo tan cómodo en el que la gente trata de dormirse.

~ Chögyam Trungpa Rimpoché 

 ¿Qué significa salir del “capullo”?

   Desde el punto de vista del diccionario tristeza tiene connotaciones negativas. Quien se siente triste, se siente desafortunado o mal, o bien uno está triste porque no tiene suficiente dinero o carece de suficiente seguridad pero, desde el punto de vista de Shambhala, la tristeza también es inspiradora. Uno se siente triste y con el corazón vacío pero también siente algo positivo porque esta tristeza implica valorar a los demás. A uno le gustaría decir a quienes están todavía encerrados en su capullo que, si salen del capullo, también sentirán esa tristeza auténtica. Ese corazón vacío es el principio del guerrero que tiene el corazón roto. Cuando uno ha dejado ya el capullo siente que es maravilloso que la gente del pasado haya salido del capullo, y desea poder contar a quienes todavía habitan en el capullo la historia de los guerreros del Sol del Gran Este y la historia del reino de Shambhala. Todos los guerreros del pasado tuvieron que salir del capullo y uno desea que lo sepan quienes aún habitan en él y le gustaría decirles que no están solos: hay cientos de miles de personas que han realizado este recorrido.

Cuando uno desarrollsta característica de tristeza, también desarrolla una característica de dignidad o arrogancia positiva en uno mismo que es bastante distinto de la arrogancia negativa habitual. Uno sse puede manifestar con dignidad para mostrar al mundo degradado que intentar evitar la muerte durmiendo en un capullo no es el sistema. Se llama mundo del sol poniente al mundo degradado en el que la gente duerme en su capullo intentando evitar el dolor de la muerte. En ese mundo la gente busca un ocaso como señal de que tiene una noche pacífica por delante pero esa noche nunca es pacífica, siempre es oscura como boca de lobo. Se llama “gente del Sol del Gran Este a quienes salen del capullo. No se quedan ciegos por abrir los ojos ni se avergüenzan por mantener la cabeza y los hombros erguidos y salir del capullo. Esta gente empieza a respirar el aire fresco de la mañana. Experimenta la brillantez que es constante y hermosa.

~ Chögyam Trungpa Rimpoché

 ¿Cómo trabaja el Aprendizaje Shambhala con la fijación del ego?

La fijación del ego se manifiesta en la palabra “soy”, luego llega la conclusión: “Soy… feliz” o “Soy… desgraciado”. Está el primer pensamiento (yo) y el segundo pensamiento (soy) y finalmente el tercer pensamiento que es la conclusión. “Soy feliz”, “soy desgraciado”, “me siento miserable”, “me siento bien, el pensamiento que sea. La idea Shambhala de responsabilidad es soltar soy y decir sólo “feliz”, “triste”. Sé hay un probemilla lingüístico aquí pero espero que comprendan lo que digo. Lo importante es ser responsable con los demás, sin auto-afirmación.

Para decirlo de forma ligeramente distinta, supongamos que usted se llama Sandy. Está “Sandy” y está el “mundo”, no necesita un verbo entre ambos como confirmación. Sólo hay que ser amable con los demás. Sandy debe ser auténtica. Cuando es la real y auténtica Sandy, puede ayudar mucho a los demás. Quizás no tenga formación de primeros auxilios pero Sandy puede poner una tirita en el dedo de cualquiera. Sandy ya no tiene miedo de ayudar y es muy amable y está dispuesta al instante. Cuando se empieza a ayudar a los demás se yerguen la cabeza y los hombros y se sale del capullo. El objetivo del Aprendizaje Shambhala es no producir gente falsa. El objetivo es convertirse en una persona real que puede ayudar a los demás.

~ Chögyam Trungpa Rimpoché 

 ¿Qué significa un ser humano decente en la sociedad de Shambhala?

Nos enfrentamos a los hechos de la realidad como seres humanos decentes; nos disponemos a buscar soluciones aunque estemos en medio de una tormenta de nieve o de lluvia, de un caos familiar, de cualquier problema que surja. Sopesar esas situaciones ya no se considera una molestia sino nuestra obligación. Aunque se ha predicado bastante sobre ayudar a los demás no creemos realmente que podamos hacerlo o, como señala una expresión que he oído, “no queremos ensuciarnos las manos”. En resumen, por esa razón queremos quedarnos en el capullo, porque no queremos ensuciarnos las manos pero debemos hacer algo sobre este mundo, para que pueda convertirse en una sociedad no agresiva en la que la gente pueda despertar por completo. Ayudar a los demás es uno de los desafíos más grandes.

~ Chögyam Trungpa Rimpoché

¿Cuál es la relación entre arte y percepción y valorar la realidad?

Cuando hablamos de una obra arte en sentido corriente, la consideramos generalmente como algo que exige talento. Hay gente que se empieza a rechazar a sí misma porque sienten que carecen de talento, aunque se trata de coser, cocinar, pintar, hacer decoración de interiores, fotografía o cualquier cosa que implique estética, incluido el arreglo floral, por supuesto. Pero no me refiero a ese tipo de talento sino que, en general, considero que cualquiera que posea la vista, el olfato, el oído y los sentimientos es capaz de comunicarse con el resto del mundo. En el budismo nos referimos a las percepciones sensoriales, a los órganos sensoriales y los objeetos sensoriales que realmente trabajan juntos. Las percepciones se empiezan a proyectar hacia los objetos sensoriales a través de los órganos sensoriales, como si fuera la película en una cámara. Se puede considerar la película como la conciencia sensorial y la propia cámara se puede considerar el órgano sensorial y lo que se ve se puede considerar como el objeto sensorial. Cualquiera es capaz de hacer esto y de percibir tales percepciones.

Chögyam Trungpa Rimpoché