Prácticas de fin de año

Al terminar el año del perro de la tierra nos reunimos en los centros y grupos Shambhala, especialmente durante los 10 días previos al año nuevo tibetano, para recitar cantos que contribuyan a despejar los obstáculos, y centrarnos en la sanación y la flexibilidad como preparación del año de la cerda de la tierra, que comenzará el martes 5 de febrero.

Hay indicaciones para la práctica personal, no sólo en grupo, que ha ofrecido Walker Blaine, maestro de liturgias del Sákyong, en una charla de Shambhala Online. Este es un somero resumen, escrito con su permiso, aunque sin muchos detalles técnicos.

Mamo, del centro Shambhala en Tucson.

Los cantos protectores son los que más se destacan en estos días de despedida del año viejo. Independientemente de los que recitemos en casa y/o en los centros y grupos de Shambhala, durante estos días añadimos dos: Vetali y Pacificar el torbellino de las mamos. En la tradición ñingma, Vetali es la reina de las mamos, una protectora femenina y, según Trungpa Rimpoché, deberíamos añadir ese canto a los que recitemos diariamente en la práctica porque es la protectora del hogar de Marpa. Es de color azul oscuro, con cuatro brazos y se adorna con elementos mortuorios. No se trata de una figura terrorífica sino que nos invita a ser más conscientes de los recordatorios: no practicamos sólo por nosotros sino para el mundo entero.

En el canto convocamos a Vetali para que nos ayude a reequilibrar el mundo, puesto que hemos perdido de vista que se trata de un mundo sagrado en el que vivimos. Queremos reconectar con ese mundo sagrado.

Las mamos son la energía materna, forman parte del principio femenino. Ma sigifica “esencia”, “mente iluminada” y mo significa “sabiduría que surge en uno/a mismo/a”. Es importante recordar que no todas estas fuerzas forman parte de los aspectos iluminados en nuestra vida,  y pueden estar airadas en tiempos de transición y de cambios. Pero hay que respetarlas y por eso recitamos este canto. El Dorje Loppön Lodrö Dorje ha escrito una explicación más sofisticada

Walker Blaine indica dos formas prácticas de volver al equilibrio y prepararse para el año nuevo. La primera es limpiar la casa, el altar personal, la sala donde practiquemos, porque eso atrae energía, que en Shambhala denominamos drala y podemos hacer un lhásang por toda la casa el día anterior al año nuevo. La segunda práctica es perdonar a la gente, no como un acto de contrición ni de culpa sino en el sentido de plantearnos si podemos soltar la ira que sentimos hacia una persona. Queremos limpiar y ayudar, con un corazón mayahana, de aplicar la bodhichitta.

La práctica de las mamos se relaciona con sentir compasión en el mundo. Son energías femeninas y, por tanto, relacionadas con el espacio. Y esa energía femenina es muy necesaria hoy y en este año femenino que comenzará el martes 5 de febrero. Walker Blaine afirma que cualquier práctica es mucho más jovial si la hacemos desde ese deseo profundo de ayudar, de bodhichita.