Los tres primeros versos de este canto diario rinden homenaje a las tres mayores fuentes de nuestro linaje. Todos son similares porque simbolizan una fuente de inspiración en lo que los budistas llamaríamos el nivel de dharmakaya.
Éste es el tercer artículo de la serie sobre los cantos que recitamos en Shambhala y que se publica ahora en español en el Shambhala Times, a partir del original en inglés, escrito por Russell Rodgers.